La celebración de la Pachamama es una práctica de la espiritualidad andina (aymara) que nos recuerda agradecer lo que recibimos de la Madre Tierra.

La celebración de la Pachamama del 1° de agosto es una práctica de la espiritualidad andina (aymara) que nos recuerda agradecer lo que recibimos de la Madre Tierra y nos brinda la oportunidad de pedir su bendición para los tiempos por venir.

Si tu corazón te pide honrar a la Madre Tierra en este día, te recomiendo asistir a alguno de los numerosos eventos que la comunidad andina realiza en distintas ciudades, pero si eso no es posible, siempre podés realizar algunas prácticas rituales en tu propia casa.

Este paso a paso que te comparto aquí no constituye una copia de los ritos de la Pachamama en los que he participado como aprendiz de maestros andinos, ya que no sería justo hacerlo, pero rescata el espíritu y sentido de lo que ellos me han transmitido.

Sobre todo, recordá que esta es una celebración de la Vida, y que la Vida “es en relación con los demás”. Si podés hacer estas prácticas con tu grupo o círculo de almas afines, mucho mejor.

Pachamama: rituales para hacer el 1 de agosto

1. Búsqueda de tesoros

Bien temprano, a la mañana, acercate a un lugar natural (un parque, tu jardín, un espacio de vegetación) y buscá una piedra que por su forma, color o textura te llame la atención. Puede que te recuerde la forma de un animal, una flor o un corazón. Cuando la encuentres, pedí permiso para llevar la piedra a tu casa y agregarla a las ofrendas del día. Agradecele a la Tierra por el regalo. Puede ser más de una, pero mantené la sobriedad, no acumules.

2. Crear una ofrenda con tus manos

Ya en tu casa, y utilizando arcilla, masa de sal, madera o paja, creá un objeto que represente aquello que necesitás manifestar en tu presente. Recordá que los elementos que utilices deben ser fácilmente degradables. Al crear el objeto, concentrate en la experiencia de ya estar viviendo aquello que necesitás que se manifieste en tu vida.

3. Armar el altar

Los altares que se arman en la celebración tradicional andina de la Pachamama contienen representaciones de lo que es sagrado para su cultura. El propósito de un altar es, precisamente, recordarnos lo que es sagrado para nosotros; por eso, en lugar de copiar lo que ves en las imágenes de estas celebraciones, te invito a que diseñes el tuyo propio para este día.

Elegí una superficie (como una mesita, un estante o tu balcón), ubicá un mantelito y colocá sobre él los elementos que te recuerden todo lo que tenés que agradecer a la Naturaleza: pueden ser piedritas, caracoles, hierbas medicinales, plumas. Agregá la piedra que encontraste y el objeto que creaste. También podés colocar objetos que hayas adquirido a lo largo de tu vida y que representen para vos, valores o principios que consideras sagrados.

4. Alimentar a la Madre Tierra

En muchas culturas ancestrales del mundo (no solo la aymara), existe el rito de entregar comida y bebida a la Tierra como forma de agradecimiento por lo recibido. Para esto, podés realizar un pocito en un terreno o en una maceta en tu casa y entregarle tu ofrenda de alimento y bebida. Por favor, utilizá solo elementos naturales, orgánicos, que no hagan daño al suelo (recordá que los plásticos tardan mucho tiempo en degradarse y generan un impacto negativo en el ambiente).

Mientras le das de comer, hablale desde tu corazón, agradecele lo recibido y pedí lo que necesites. Luego vuelve a tapar el pocito con tierra y colocá una piedra chata para recordar dónde lo hiciste (quizás el año próximo decidas hacerlo en el mismo lugar).

A continuación, guardá los elementos del altar. Por ejemplo, podés hacer un nudo con las cuatro puntas del mantel y mantenerlo en un lugar protegido hasta el próximo año.

Categorías: Cultura

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